¿POR QUE LateraldeOpacidades?
( enuncia solamente tres puntos)
I
Estas notas datan del momento de comienzo de una
serie de actividades al compás de la
coyuntura, en el ámbito donde la revista se mueve e inscribe, (nos referimos a
L’école y Buenos Aires), así como de la experiencia de varios años de
prepararla y publicarla. Hacia el año 2006 (publicados ya 4 números)
hacíamos circular tentativa y retroactivamente un argumento que inventariaba
las dificultades de las que surgía y aquello que a su vez se proponía. De allí extraemos estos
fragmentos.
“El primer número inscribe algunas
de las notas de un estilo que concebíamos
necesario producir. Partíamos del hecho, de que en general, las publicaciones
de l’école en castellano, –al comienzo-, recogían sus materiales del impulso
primero que l’école había tomado en París, traduciendo artículos de la revista Littoral, luego de L’unebévue. Se imponía tener en cuenta, -en lo posible
explícitamente-, que los temas de una revista, y sobre todo en Buenos Aires,
las cuestiones planteables estarían
afectadas en su estatuto por el carácter
de retoma –redecir-, de aquellos
avances que se habían producido ya, en otro lado, en otra geografía, en otro
hilo y otro movimiento que el que la
revista debía poner en juego.
Era necesario no tanto “explicitar” sino más bien crear, inventar un
trayecto, una temporalidad adecuada para que, lejos de recogerse como en eco,
las preguntas, los abordajes generaran un desarrollo con más consecuencias y
menos delegación en sus premisas mismas[1]”.
“El Congreso Freud. Si bien Freud inauguró en alemán y Lacan
retomó en francés, - había que volver a pasar y reformular las
cosas a partir del Congreso Freud del año 1992: no tener ni un Freud ni un Lacan en “lalengua nuestra” -como dice Lacan: “lalengua mía”-, no obstaculiza
poner sobre la mesa la consideración de que haya práctica, de que haya
subjetivación más allá de esos ámbitos precedentes. No hay manera de circunscribir
la subjetividad, la subjetivación menos, las prácticas diversas de la
subjetividad, al francés o al alemán de
los fundadores.
¿ Cómo situar, cómo caracterizar esa posición de practicar, de aceptar
sostener la demanda analizante en otra lengua, incluso otra cultura que la de
Lacan?
(…) “Que lalengua nombra una opacidad, que es
ante todo en la práctica donde el castellano como una figura de lalengua se
presenta como no transparente a sí, ni
el disponible residual de la traducción de la obra de Lacan, siendo un sesgo por el que se pone una traba
al sueño de la continuidad trans-las-lenguas de un universal teórico.
Que hayamos elegido la relación al seminario de Lacan como un punto
lateral pero estratégico para poner un bemol a la transparencia -supuesta
universal- de la contemporaneidad por traducción, dio algún resultado”.
(…)
¿Hay práctica lacaniana en otra lengua que la de Lacan?, ¿Qué hizo Lacan
en Latinoamérica, en Caracas precisamente? ¿Qué valor darle a ese
acontecimiento, el seminario de Lacan en Caracas y esa convocatoria?
Parecía conveniente imaginar e inventar la base y soporte del
trabajo en común, y los pocos números
que salieron provienen de ese clima:
“Dos cortes
(Un punto, otra vez es el tiempo) “No tenemos lo mismo problemas que Lacan”, (escuchada en el primer seminario de
l’école en Córdoba en 1985) es una frase que bien pudiera sintetizar ese sesgo de la enunciación por la que, el
grupo de l’école – en París mismo, se diferenció en el inicio de aquellos que
se colocaron en una continuidad escolar con la enunciación de Lacan, con su
enseñanza.
Era posible comprobar que tampoco
se desencadena nada interesante, si no se despeja un segundo corte por el que
habría que enunciar como premisa: “no
tenemos los mismos problemas que Paris”.
Fórmula implícita en la revista y que
encuentra una primera y clara aplicación en las páginas del Nº 2,
”Entrelenguas”, dedicada a problemas de la circulación en castellano de
la enseñanza de Lacan en sus seminarios; se trata de otra cosa que la
traducción. El Nº5, “La primera impronta”, daría un paso más
al colocar en primer plano una muy amplia experiencia literaria de escritores y poetas, testimoniando estar concernidos por más de una
lengua. Se trataba de disipar el mito
del sujeto “identificado por” la imposible “una” lengua.
“(Un modo bien práctico de darle la
primera aplicación a esa fórmula, - que no tenemos los mismos problemas que en
Paris-, es otorgarle este contenido primero: el hecho de que efectivamente, con
respecto a la enseñanza de Lacan tenemos
al menos otro problema agregado: reinscripción,
redecir, algo que está en espacio, otro espacio que el de la traducción. Que
no excluyera de antemano el dato más inicial: que el problema es más serio aún
que la traducción. Había que contar con
un lacanismo desde otra lengua y otra
cultura, desde el inicio y la práctica
misma: caso contrario, es la demanda analizante que se elide, con todo aquello
que está en otra lengua y otra cultura.
Sin ese
corte, no hay arranque, no hay desencadenamiento de estudios, de la
formulación de los problemas de practicar un lacanismo en otra lengua y -sin
saber de antemano hasta qué punto- es otra coordenada discursiva, cultural. Si
uno cogita como anexado, falsamente contemporáneo de Paris, y su tiempo,
falla al propio, al de su grupo, al de su público. Otra lengua, otra
generación, otro medio, otro real…)”
II
Heterogeneidades, heterotopías, acronías y
discronías.
No contemporaneidad que se puede
decir de otros modos: no homogeneidad, heterogeneidad. Lateral entonces, es volver sobre (algunos) de
los supuestos que circulan naturalizados, interrogar su validez universal -lo
que permita la apertura crítica- para subrayar “heterogeneidades”. Sentando por
principio que nada de las grandes construcciones universales sobre el sujeto,
la subjetividad o la subjetivación, y todo ese vocabulario grandilocuente,
pueda ser aceptado sin más, sin sospechar siquiera de esas descripciones tan
amplias, que carentes de duda y vacilación pretenden valer para todo hombre, en todo
tiempo y lugar… En fin, se abría otra época dando lugar a la pregunta ¿por qué
suponer tanta homogeneidad por doquier
que se extienda el psicoanálisis, y cómo lo afecta?
Sí, Lateral es dar lugar a las heterogeneidades.
III
Una
de ellas. Retroactivamente
introducida como inicio de Lateral, las charlas sobre el valor económico que diera Pablo Levín, economista muy adentrado
en el debate de Marx con los clásicos de
la economía política, abría una puerta, - no fue un detalle pequeño- a un
estudio más elaborado de la homología entre plus
valía y plus de goce que Lacan introdujera
en los comienzos del seminario De un Otro
al otro.
Puerta que dio paso a un
inesperado conjunto de debates contemporáneos más bien del
postmarxismo-, consagrados a la lógica de la acumulación capitalista. Y
entonces aparecía una tesis del mismo Levín, que a su vez seguía una pista de
Isaak Rubin, proponiendo un quiebre para la etapa presente de la economía, y
por lo tanto una discontinuidad con aquella forma descripta por Marx: la
actual, y es lo más remarcable, no estaría realizada según la ley del valor (¡enorme cuestión!) que regía según Marx la
producción del valor en aquellos tiempos. Entonces, la homología de Lacan vale
lo que vale pero no es para eternizar, ni para volverla una clave eterna de la
subjetividad tal como Lacan para esa época la construye.
Hoy día uno puede leer[2]
en un prólogo de Eduardo Grüner a un libro por demás interesante comentando el
diálogo Butler-Spivak: “Puesta en
“post-colonial” está más atenta que Butler (…) a las consecuencias (…) catastróficas
de la llamada “globalización” – ese eufemismo mediocre y engañoso para la
mundialización de la ley del valor del Capital (…). Si las
posiciones de economistas como Rubin
o Levín, circularan mejor entre quienes se interesan en
esos temas, quizás el debate económico sería más interesante, y a su vez
trabaría la repetición de fórmulas que
por su misma reiteración atenúan su filo intelectual. Y por fin la ley del valor podría ser mejor
puesta en perspectiva.
Las primeras reuniones de
Lateral introducían conjuntamente
lecturas de
Toni Negri, Maurizio Lazzarato,
incluso “Derrames” de Deleuze, que parecían expandirse según dos
vertientes: por un lado, diluir el plus
valor en una suerte de “sociedad del conocimiento” muy amplia y difusa, o por otro lado , se deja todo el planteo más
cercano al planteo original del mismo Marx, por lo tanto, dejando todo en el
siglo XIX. (Como es el caso del lacanismo, o de Deleuze).
Hasta la 5ta reunión de
Lateral inclusive: ¿ Goldman and Sachs refutan Deleuze?
Bibliografía: de Adam Smith, Carl Marx, Isaak Rubin, Pablo Levín, Deleuze, Toni Negri, Paul
Krugman, Stiglitz…
Sesgo que abrió a la implantación por Lacan de la Discursividad, el
plus de goce del seminario De un Otro al otro provee un acceso al
lazo social tal como se le planteó a Lacan en ese momento, el que interpreta y
construye haciendo el rodeo por la dialéctica del Amo y el Esclavo, que es toda
una elección teórica. La discursividad del seminario siguiente, estaría en el mismo hilo, y llegar hasta la catástrofe
– supuesta- del discurso del Amo, en abril o mayo del 77[3],
requiere una mejor elaboración de la
pregunta: ¿que sostiene la discursividad,
su alcance como elucubración, y que cae si ella cae?
[1] Imposible crear una revista que fuera un
movimiento, sin eso. Si se volvía a crear un movimiento, lo sería en tanto se
refería a otro movimiento que estaba lejos. (Como ya sucedió otras veces en
Latinoamérica: como si fuera la tarea de recrear un surrealismo, un futurismo
un cubismo, un algo de cuanto ya había surgido y tenía su desarrollo y madurez
en otro lado).
[2] Judith Butler, Gayatri Spivak, Quién
le canta al estado Nación, Buenos Aires, Paidós, 2005, p. 24.
[3] Cfr., Jean Allouch , El amor Lacan, Buenos Aires, Cuencodel plata, 2011 , p. 434-37.
Relata como crisis del discurso del Amo y sugiere una “gran crisis”.
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